Consejos para evitar ciberadicciones
Para padres y madres
Pon unas normas claras a tus hijos e hijas sobre cuándo y cuánto pueden estar al ordenador, a la videoconsola o en Internet. P.ej. la especialista Parry Aftab en su libro Internet con los menores riesgos recomienda, para niños de entre 12 y 15 años, poner un límite de 1,5 h/día (sin contar el tiempo de chat) más el tiempo extra que necesiten para hacer los deberes.
Esta misma especialista recomienda limitar el tiempo de chat siguiendo el mismo criterio que usemos para el tiempo que les dejemos estar al teléfono con sus amigos.
Aunque lo mejor es que eduques a tus hijos para que sepan atenderse a dichas normas, también existen programas de control paterno para ayudarte en esa labor, que pueden limitar horas de conexión, tiempo total y tipo de servicio que pueden usar.
Prohíbeles usar Internet (para el ocio), los juegos, etc. hasta que hayan terminado sus deberes.
Vigila el uso que hacen de estos medios, teniendo el ordenador o la consola en un lugar común de la casa, no en su cuarto. Si son pequeños, prohíbeles usarlos cuando están solos.
Controla el uso y el gasto que hacen de sus teléfonos móviles. Si son menores de 15 años ten en cuenta las recomendaciones del informe Stewart y limítales su uso a las emergencias, para proteger sus cerebros aún en formación, de las microondas que emiten estos aparatos.
Búscales actividades físicas, deportivas, creativas, culturales, etc. fuera de la Red. Mejor si implican interacción social con otros niños.
Para el/la propio/a usuario/a
Vigila cuánto tiempo pasas en Internet (o jugando o usando el móvil) pero también cuánto tiempo pasas pensando en cosas que haces en ese medio.
Si crees que es excesivo o te está causando problemas en tu vida real, traza un plan para reducirlo: no intentes simplemente huir del problema o del medio en sí. Hazlo gradualmente. Ponte un horario y ajústate a él.
Habla del problema con tu familia y amigos.
Tómate unas vacaciones del ordenador (o la consola o el móvil…).
Potencia las amistades fuera de la Red.
Busca actividades gratificantes offline y mejor si son al aire libre o fuera de casa.
Busca el problema subyacente: normalmente estos problemas son manifestaciones de otros y quitarte de Internet no los solucionará.
Finalmente, si has llegado al punto en el que consideras que has perdido el control del uso que haces de Internet, el móvil, los juegos… o el medio con el que tengas el problema, acude a un especialista (médico o psicólogo).